Son muy pocos los libros dedicados a ese bello deporte llamado fútbol. Las librerías le dedican un espacio muy reducido a la literatura deportiva, que en general suele estar mal vista por el gran público. La mayoría de las veces los libros que encontramos en las estanterías suelen estar dedicados a un jugador mítico, o a la historia de un club que cumple 100 años. Pero el fútbol es eso y mucho más: son historias de seres humanos que trascienden lo que pasa en un terreno de juego. Están las aficiones, las victorias, las derrotas, los momentos épicos que genera un partido en una Eurocopa o un Mundial.
Es por eso que hoy queremos hacer una sugerencia a los lectores de este blog, recomendando Historias del Calcio, no sólo un libro sobre fútbol que gustará a los fanáticos del balompié sino a cualquier aficionado a la buena literatura. Su autor es Enric González, actualmente corresponsal en Jerusalén del diario El País. Este periodista, al que también se le ha podido ver charlando con el gran Carlos Boyero sobre cine en el ya extinto y añorado Boyero y cía del Plús; consigue transmitir toda la esencia del fútbol italiano y de cómo vive un país tan peculiar y tan especial el deporte rey.
Cuenta González en el prólogo que cuando se fue a Roma de corresponsal, recibió la llamada de Santi Segurola, en ese momento Jefe de Deportes de El País, pidiéndole una columna semanal sobre el calcio. Durante tres temporadas, Enric González cumplió con su labor en la columna de los lunes llamada Historias del Calcio. Fue tal la calidad de aquellas columnas, que el autor decidió recogerlas y editarlas.
No sería justo decir que Historias del Calcio es un libro sobre fútbol italiano. Estrictamente es así, pero en él podemos comprender cómo respira el país transalpino. Desde su peculiar y estrambótico gobierno, sus escándalos de corrupción (como el Moggigate que acabó con la Juve en Segunda), las peligrosas ideologías radicales de ciertas aficiones como la del Lazio. La histórica (aunque ya menos) mala suerte del Inter; los dispendios económicos de Moratti; el cementerio de elefantes en que se ha convertido el Milan; la afición de la Roma colando una vespino en el estadio para homenajear a un hincha fallecido, Totti lanzando un penalti de cuchara para asomobro de sus compañeros de la azzurra...
Son 250 páginas que se pasan volando, primorosamente escritas, entretenidas a rabiar, y que atraerá tanto al aficionado al fútbol como a aquel que no haya visto un balón en su vida. Ojalá hubiera más libros así, sería bueno para el fútbol, para la literatura y para el periodismo.
Dani Medina
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