Título: Out for a kill (Venganza Ciega)
Director: Michael Oblowitz
Año:2003
País: Estados Unidos-Aruba
Actores: Steven Seagal, Michelle Goh, Hon Ping Tang
Argumento: Un arqueólogo gordo, con coleta y experto en artes marciales recorre Europa del Este y alrededores para masacrar a algunos destacados miembros de la Mafia china, a los que resposabiliza de las tragicómicas muertes de su mujer y otros seres queridos.
Por qué hay que verla después de morir: Pasen y vean la degradación total a la que se ha visto sumido el artista marcial que popularizó el aikido en el cine. Gordo, viejuno y bastante quemado, Steven Seagal vuelve a deambular por enésima vez de un lado a otro matando gente, pero en esta ocasión lo hace acompañado de una dirección y de un montaje absolutamente enloquecidos y aberrantes. Ralentizaciones injustificadas, acelerones y travellings por doquier convierten a esta basura en una orgía de total incompetencia desde el segundo 1, capaz de arrancar carcajadas al más serio de los mortales. Por si fuera poco, el guión es igual de nefasto que la realización y los artífices no se molestaron en salir a la calle a rodar ni un puto plano, por lo que todo está filmado en platós, utilizando cromas de lo más cantoso.
Alicientes:
-Steven Seagal interpretando a un ARQUEÓLOGO experto en artes marciales.
-Steven Seagal desatando su furia homicida.
-Steven Seagal, como es de esperar, no experimenta peligro alguno en ningún momento; más bien se la suda todo.
-Planos ralentizados de cualquier cosa absurda.
-Títulos de crédito hechos con el wordart.
-Apenas hay planos exteriores auténticos; casi todo está grabado con cromas.
-Bullet Time de saldo.
-Espadas de plástico.
-Dirección de una incompetencia preocupante.
-Montaje aberrante y esquizofrénico.
-Cortinillas que muestran pistolas dando vueltas para separar las escenas.
-Planos de tazas cayendo al suelo y rompiéndose a cámara lenta en los momentos dramáticos.
-Un barbero chino capaz de pegarse a las paredes cual spiderman.
-Restaurantes chinos con casinos y puticlubs clandestinos en la trastienda.
-Estructura argumental digna de un videojuego, en la que Seagal va eliminando a un jefe detrás de otro, hasta llegar al jefe final.
Momentos para el recuerdo:
-El protagonista saca de un plástico un folio que no tiene relevancia alguna en la trama, pero el director se casca una ralentización gratuita, por aquello de jugar con el montaje y hacer más entretenido el visionado del engendro.
-En un instante épico, Seagal realiza lo que podría calificarse como una "rabona" para subirse a las manos una espada que estaba en el suelo.
-El gordo de la coleta duerme tranquilamente con su mujer cuando escucha un ruido. Decide salir de la casa para descubrir de qué se trata y nos quedamos estupefactos ante la visión de un chapucero cielo superpuesto con nubes moviéndose (¿en esto se fue el presupuesto?). Es entonces cuando la casa explota totalmente, con su esposa dentro. Luego vemos un plano de Seagal supuestamente consternado, pero sólo frunce un poco el ceño. Debe ser que ya se la rempampinfla porque está acostumbrado a que le ocurran este tipo de cosas en todas sus pelis...
-Steven Seagal se sube a un coche e inmediatamente el montaje se convierte en una sucesión delirante de planos al azar, mientras uno se pregunta qué cojones está pasando y por qué es imposible enterarse de algo...
-Llega la batalla final y cuando uno espera la más emotiva y dura de las peleas, sólo se encuentra ante una explosión de mierda y el villano escapando de un edficio en llamas. Parece que va a lograr huir, pero el héroe, sin esfuerzo alguno, desde una ventana semiabierta y a muchos metros de distancia, lanza su katana con tal precisión que, voilá, ¡le rebana la cabeza al malo!
Frases destacadas:
- "Tatúate esto, puta"
Nivel de descojonación (de 1 a 5): * * * * *
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