domingo, 31 de julio de 2011

1.001 películas que hay que ver después de morir (XXVIII): Star Crystal (Estrella de cristal)

Título: Star Crystal (Estrella de cristal)
Director: Lance Lindsay
Año:1986
País: Estados Unidos
Actores: C. Juston Campbell, Faye Bolt y John W. Smith
Género: Alienxploitation

Argumento:  Cuatro desgraciados con menos inteligencia que las bacterias de un mojón canino, se quedan atrapados en una nave espacial recreada en lo que parecen los túneles del alcantarillado, mientras un gusiluz gigante y hambriento les va dando caza.

Por qué hay que verla después de morir: En el fondo es la enésima exploitation de Alien, pero sobresale entre las decenas de zurullos similares, por sus múltiples ideas de bombero con las que trata de innovar y dar una vuelta de tuerca a la premisa clásica de gente atrapada con un bicho, logrando un grandísimo ejemplo de película inintencionadamente hilarante, de esas que a medida que avanzan, van dando más y más vergüenza ajena.

Alicientes:
-Marte tiene el cielo azul y está recreado en cualquier desierto de Alabama, por ejemplo.
-Trajes espaciales nada herméticos (los cascos van sin sujeciones de ninguna clase), tuneados con celo y bolsas de basura.
-En el futuro, la Cocacola viene en frascos de agua oxigenada.
-Una roca espacial, supuestamente llena de circuitos electrónicos, que parece el trabajo de plástica del día del padre de un niño de cuatro años.
-Un personaje que, en apenas cinco segundos (sí, cinco segundos), cambia su casco espacial por una gorra al revés. Nunca hay que perder la clase ni el estilo.
-Banda sonora de película erótica.
-Una de las tripulantes parece un cruce entre Joaquín Luqui y Tamariz recién levantado de la cama.
-Una mesa con ¿una letrina? en medio.
-Actores con caretos de circunstancia, de esos que no sabes si se están preguntando qué viene ahora o qué coño hacen trabajando en esta película.
-Una estación espacial recreada en un edificio de oficinas cualquiera, con escalerillas automáticas de centro comercial.
-Una rubia increíblemente lerda, como mandan los cánones, a la que asignan las complicadas tareas de cocina a bordo de la nave, que incluyen la elaboración de nutritivos sándwiches.
-Los impracticables pasillos de la nave espacial parecen túneles de alcantarillado, por los que es necesario andar agachado... ¿pero dónde puñetas han rodado esto?
-El monstruo es como una versión hardcore de los muñecos Gusiluz, con bombilla dentro y todo, cuyos tentáculos parecen chistorras más largas de la cuenta.
-Incluye un temazo popero llamado "Crystal of a star", interpretado por una tal Indira y que es resaltado por todo lo alto en los títulos de crédito finales, por encima de otros aspectos "menores" como el director, el guionista o el reparto.

Algunos momentos para el recuerdo:
-Las personas atrapadas en la nave son dos hombres y tres mujeres, y cuando toca repartirse las tareas de supervivencia del grupo, los machos son asignados para pilotar y dirigir la nave y las hembras, como es de esperar, de racionar la comida y cocinar sándwiches.
-Los protagonistas afirman, con profundo pesar, que apenas hay suministros de comida y bebida en la nave, por lo que les resultará complicado aguantar vivos hasta la siguiente estación espacial. Dos minutos después, el capitán y el segundo de a bordo están pillándose un pedal a base de birras en la cabina.
-El capitán sufre la rabieta más ridícula desde la de aquel chaval de Youtube que se metía un mando por el culo tras perder su cuenta del WOW.
-En un giro argumental absurdo, el malvado Gusiluz satánico, que ya lleva varios cadáveres en su bodycount, accede a los archivos de la nave, se lee la Biblia y se convierte en bueno. 

Algunas frases para el recuerdo: 
-"Cuando era niña, solía dormir bajo las estrellas y me preguntaba quién viviría en esas estrellitas brillantes"

Nivel de descojonación (de 1 a 5): * * * *


1.001 películas que hay que ver después de morir (XXVII): Plook mun kuen ma kah (Thai Zombie Dragon)

Título:  Plook mun kuen ma kah (Thai Zombie Dragon)
Director: Panna Rittikrai
Año: En algún momento de los 90 o incluso antes...
País: Tailandia
Actores: De esos que no vas a volver a ver en tu vida.
Género: Cine rural de artes marciales



Argumento: Un montón de chinos (bueno, tailandeses) se van de fin de semana al campo a practicar vudú y resucitar cadáveres y como no ocurre nada interesante y son chinos, comienzan a darse de tollinas hasta en la foto del bonobús.

Por qué hay que verla después de morir: Por aquello de diversificar y poder afirmar que uno ha visto todo tipo de cine, merece la pena echarle valor y atreverse con este producto exótico y extremadamente marginal, destinado a su proyección por aldeas tailandesas, que constituían el principal mercado de esta clase de mierda a principios de los 90. Así, pescadores y ganaderos degustaron con fruición una película en espectacular formato manta-cine (una sábana y arreando) que dio pie a una saga de cuatro películas, en la que, en su cuarta entrega, llegó a participar el mismísimo Tony Jaa.


Alicientes:
-El poster aquí expuesto no es el de la película. Es más, probablemente no tenga nada que ver. Es que no había otra cosa por ahí..
-En estos tiempos de la Internet, es casi imposible obtener información sobre este chorongo oriental, lo que es un claro indicativo de su extrema rareza. ¿Eso no es suficiente aliciente?
-No está en la IMDB (por ahora).
-El director es conocido por descubrir a grandes figuras de las artes marciales como Tony Jaa o JeeJa Yanin.
-Peleas interminables en un bosque.
-Es la primera película de una prolífica saga en la que los protagonistas siempre vagan por el campo buscando artefactos mágicos.
-Genuino humor tailandés, que incluye voces aceleradas, cámaras rápidas a cascoporro para intensificar los momentos cómicos (lo que sólo logra acentuar la vergüenza ajena) y chistes de pedos. Bueno, esto último entra la categoría de humor universal.
-Un zombi karateka y un vampiro chino. Y además se dan de ostias.
-A pesar de que los personajes dan vueltas y vueltas por el bosque, las peleas siempre tienen lugar en el mismo llano. Se ve que era el único sitio donde poder colocar el equipo de grabación.
-Buenas coreografías. ¿He escrito buenas? SÍ.
-Por momentos parece el vídeo de unos colegas disfrutando de un picnic.
-En el campo donde se desarrolla la acción sólo faltan las mesas de merendero.
-El "Final countdown" de los Europe robado vilmennte y otras tantos temas hardrockeros.
-En lugar de alguna clase de aparato de última tecnología, los malos utilizan lo que parece un sobrecito de espidifén en polvo para transferirse los poders del zombi y del vampiro.
-Un reloj calculadora, que además tiene un papel vital en la trama.
-Más saltos que en una competición olímpica o una película de vampiros chinos... Ah, espera, que aquí también hay vampiros chinos...
-La cuarta entrega de esta saga fue bautizada en el mercado internacional como Spirited Killer. Debido al éxito, cogieron el truño aquí comentado y, en la mejor tradición tocomochera, lo renombraron como Spirited Killer 2. Así, con dos cojones y muy poca vergüenza, vendieron el primer capítulo como el quinto, logrando la primera saga de películas que nunca acaba, ya que cuando llegas a la última, ¡todo vuelve a empezar! Acojona...
-Patatas, ¿mocos? y arroz que explotan cuando son lanzados. Y es que en este película todo es susceptible de explosionar.
-Precisa de la colaboración de un criptógrafo para descifrar el incomprensible argumento

Algunos momentos para el recuerdo:
-La pelea en la que un chino se pone a cagar, literalmente, mientras esquiva las patadas y puñetazos de sus enemigos.

Nivel de descojonación (de 1 a 5): * * *


domingo, 10 de julio de 2011

1.001 películas que hay que ver después de morir (XXVI): Warrior of the Lost World (El Guerrero del Mundo Perdido)

 Título: Warrior of the lost world (El Guerrero del Mundo Perdido)
Director: David Worth
Año: 1983
País: Italia / Estados Unidos
Actores: Robert Ginty, Persis Khambatta, Donald Pleasence, Fred Williamson

Argumento: El mundo que conocemos se ha ido a la mierda por enésima vez y por trillonésima vez son los italianos los encargados de contarnos la misma vaina de siempre, con un justiciero motorista que ha de acabar con un gobierno mundial autoritario, copiando Mad Max, 1997: Rescate en Nueva York y todo el repertorio de filmes postapocalípticos que se les pase por ese contenedor de basura que nuestros vecinos del Mediterráneo tienen por cabeza.



Por qué hay que verla después de morir: Ah, por qué. La eterna pregunta del aficionado al cine basura. Es como preguntar por el sentido de la vida. Qué se yo. Quizá porque es uno de los ejemplos más baratos, chapuceros y menos recordados del subgénero postapocalíptico, lo que hace más entrañable si cabe a este filme rodado en descampados y repleto de rostros conocidos de la serie Z. Igualmente, el desvergonzado uso que se hace de los efectos de sonido y la constante sensación de que se rodaron las cosas tal cual se les ocurrían, como cuando uno filma un corto con los colegas, la convierten en una película perfecta para martirizar a tu familia y amigos.

Alicientes:
-Que no os engañe el nombre de David Worth (realizador de "Kickboxer", la de Van Damme, entre otras maravillas) a la dirección, la producción es 100% spaghetti.
-La presencia de la versión femenina del coche Kitt, que en este caso es una motocicleta tuneada con cartones que va de enrollada y a la moda, con frases como "Vaya tomate" o "Qué gentuza", que le hacen parecerse a tu madre cuando intenta ir de moderna.
-Un texto infinito al comienzo del filme que parece una novela a medio terminar.
-El mismo efecto de sonido puede servir para objetos tan similares como una metralleta, las aspas de un helicóptero e incluso una sirena de policía. Economía de recursos lo llaman.
-Se rumorea que empezó a filmarse a partir del poster promocional y sin ningún guión (hecho científicamente demostrable si se analiza la película).
-Donald Pleasence haciendo otra vez de villano en una subproducción italiana, y además va vestido con el mismo puto traje que robó de la saga de James Bond, cuando interpretó a Blofeld, el líder de Spectra. Sólo le falta el gato.
-Rodada en descampados y naves abandonadas.
-Los secuaces del malo parecen bomberos con gafas de jugar al paintball.
-La Resistencia Humana está formada por una especia de secta buenrollista cuyos miembros van vestidos con sábanas blancas y cantan canciones cogidos de la mano. Aterrador, dan más miedo que los propios villanos a los que pretenden derrotar.
-Robert Ginty como protagonista, esa versión desganada de Mickey Rourke (que ya es decir) que tan buenos y malos momentos nos regaló en la saga "The Exterminator".
-Y como el asunto va de clones desganados de actores, ahí tenemos a una versión sin carisma de Clint Eastwood.
-También aparece el héroe blaxploitation Fred Williamson.
-Asimismo sale la, en paz descanse, actriz Peris Khambatta, especialista en el género gracias a cositas como Megaforce o Phoenix The Warrior.
-Una explosión de un coche que repiten con descaro varias veces desde diferentes ángulos a lo largo de la película.
-Unos protagonistas que se dedican a reclutar útiles punkis, yonkis y borrachos para su ejército.
-Se supone que todo se ha ido a la mierda, pero, entre otras cosas, los buenos tienen gasolina y artefactos de última tecnología.
-Un helicóptero abierto, con combustible, las llaves puestas y detenido en medio de la nada que nuestros héroes encuentran por casualidad cuando están huyendo de los malos. Yo una vez me encontré un billete de 50 euros, aunque me temo que no es comparable...
-Coches que explotan al salirse de la calzada ya que, como todo el mundo sabe, las cunetas del futuro estarán repletas de minas antitanque.

Algunos momentos para el recuerdo:
-El prota conduce su moto entre unas plantas y arbustos y para hacerlo más creíble, vemos un primer plano de su cara y cómo los miembros del equipo de rodaje se la golpean con unas ramas desde fuera de cámara.
-La delirante celebración final tras derrotar al malo, que parece una gala benéfica de tres al cuarto rodada en un almacén del Ikea, con el público sentado en estanterías vacías y un escenario en el que sólo faltan José Luis Moreno y Manolito Royo contándose unos chistes.

Nivel de descojonación (de 1 a 5): * * *