domingo, 10 de julio de 2011

1.001 películas que hay que ver después de morir (XXVI): Warrior of the Lost World (El Guerrero del Mundo Perdido)

 Título: Warrior of the lost world (El Guerrero del Mundo Perdido)
Director: David Worth
Año: 1983
País: Italia / Estados Unidos
Actores: Robert Ginty, Persis Khambatta, Donald Pleasence, Fred Williamson

Argumento: El mundo que conocemos se ha ido a la mierda por enésima vez y por trillonésima vez son los italianos los encargados de contarnos la misma vaina de siempre, con un justiciero motorista que ha de acabar con un gobierno mundial autoritario, copiando Mad Max, 1997: Rescate en Nueva York y todo el repertorio de filmes postapocalípticos que se les pase por ese contenedor de basura que nuestros vecinos del Mediterráneo tienen por cabeza.



Por qué hay que verla después de morir: Ah, por qué. La eterna pregunta del aficionado al cine basura. Es como preguntar por el sentido de la vida. Qué se yo. Quizá porque es uno de los ejemplos más baratos, chapuceros y menos recordados del subgénero postapocalíptico, lo que hace más entrañable si cabe a este filme rodado en descampados y repleto de rostros conocidos de la serie Z. Igualmente, el desvergonzado uso que se hace de los efectos de sonido y la constante sensación de que se rodaron las cosas tal cual se les ocurrían, como cuando uno filma un corto con los colegas, la convierten en una película perfecta para martirizar a tu familia y amigos.

Alicientes:
-Que no os engañe el nombre de David Worth (realizador de "Kickboxer", la de Van Damme, entre otras maravillas) a la dirección, la producción es 100% spaghetti.
-La presencia de la versión femenina del coche Kitt, que en este caso es una motocicleta tuneada con cartones que va de enrollada y a la moda, con frases como "Vaya tomate" o "Qué gentuza", que le hacen parecerse a tu madre cuando intenta ir de moderna.
-Un texto infinito al comienzo del filme que parece una novela a medio terminar.
-El mismo efecto de sonido puede servir para objetos tan similares como una metralleta, las aspas de un helicóptero e incluso una sirena de policía. Economía de recursos lo llaman.
-Se rumorea que empezó a filmarse a partir del poster promocional y sin ningún guión (hecho científicamente demostrable si se analiza la película).
-Donald Pleasence haciendo otra vez de villano en una subproducción italiana, y además va vestido con el mismo puto traje que robó de la saga de James Bond, cuando interpretó a Blofeld, el líder de Spectra. Sólo le falta el gato.
-Rodada en descampados y naves abandonadas.
-Los secuaces del malo parecen bomberos con gafas de jugar al paintball.
-La Resistencia Humana está formada por una especia de secta buenrollista cuyos miembros van vestidos con sábanas blancas y cantan canciones cogidos de la mano. Aterrador, dan más miedo que los propios villanos a los que pretenden derrotar.
-Robert Ginty como protagonista, esa versión desganada de Mickey Rourke (que ya es decir) que tan buenos y malos momentos nos regaló en la saga "The Exterminator".
-Y como el asunto va de clones desganados de actores, ahí tenemos a una versión sin carisma de Clint Eastwood.
-También aparece el héroe blaxploitation Fred Williamson.
-Asimismo sale la, en paz descanse, actriz Peris Khambatta, especialista en el género gracias a cositas como Megaforce o Phoenix The Warrior.
-Una explosión de un coche que repiten con descaro varias veces desde diferentes ángulos a lo largo de la película.
-Unos protagonistas que se dedican a reclutar útiles punkis, yonkis y borrachos para su ejército.
-Se supone que todo se ha ido a la mierda, pero, entre otras cosas, los buenos tienen gasolina y artefactos de última tecnología.
-Un helicóptero abierto, con combustible, las llaves puestas y detenido en medio de la nada que nuestros héroes encuentran por casualidad cuando están huyendo de los malos. Yo una vez me encontré un billete de 50 euros, aunque me temo que no es comparable...
-Coches que explotan al salirse de la calzada ya que, como todo el mundo sabe, las cunetas del futuro estarán repletas de minas antitanque.

Algunos momentos para el recuerdo:
-El prota conduce su moto entre unas plantas y arbustos y para hacerlo más creíble, vemos un primer plano de su cara y cómo los miembros del equipo de rodaje se la golpean con unas ramas desde fuera de cámara.
-La delirante celebración final tras derrotar al malo, que parece una gala benéfica de tres al cuarto rodada en un almacén del Ikea, con el público sentado en estanterías vacías y un escenario en el que sólo faltan José Luis Moreno y Manolito Royo contándose unos chistes.

Nivel de descojonación (de 1 a 5): * * *


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