miércoles, 15 de enero de 2014

Resaca de Globos, campanas de Oscar


El actor Chris Hemsworth será la estrella invitada en la lectura de las nominaciones de los Oscar 2013, para la que sólo restan unas horas. Este año las categorías a concurso parecen bastante definidas. Los que siguen la carrera de premios podrían recitar los previsibles nominados de carrerilla, aunque siempre suele darse alguna sorpresa de última hora en uno o dos puestos de los apartados más importantes (véase director y actores principales y secundarios, película queda más en el aire ya que los candidatos oscilan entre seis y diez, dependiendo de los porcentajes de votación).

Quizá, la Academia de Hollywood no nos deje flipados al nivel del año pasado (cuando el favorito al Oscar al mejor realizador, Ben Affleck por Argo, y una más que presumible nominada Kathryn Bigelow quedaron fuera de su terna), pero los aficionados al cine no dejarán de vivir con expectación el anuncio de los finalistas, los que se batirán el cobre el domingo 2 de marzo, deseando que los premios más importantes del séptimo arte demuestren que siguen estando por encima de cualquier imitador o conglomerado de críticos repartidores de galardones con ínfulas adivinatorias.

Los nombres que más suenan para colarse entre los nominados a última hora son los de Martin Scorsese y su actor fetiche de los últimos años, Leonardo DiCaprio. El lobo de Wall Street, su quinta colaboración, ha entrado en la carrera a última hora tras estrenarse tarde por culpa de problemas con el montaje final y reajustes de metraje. El resultado son tres horas de película, la más larga en la filmografía del director de Little Italy, habituado por otra parte a que sus criaturas superen las dos horas de exhibición.

Pues bien, Scorsese podría entrar en la categoría de mejor realizador del año (logrando su octava nominación tras Toro salvaje, La última tentación de Cristo, Uno de los nuestros, Gangs of New York, El aviador, Infiltrados y La invención de Hugo), ya que ahora mismo sólo se pueden señalar con rotundidad dos nombres fijos, los autores de las dos películas que, probablemente, obtengan el mayor número de distinciones: Steve McQueen (12 años de esclavitud) y Alfonso Cuarón (Gravity). Junto a ellos, es probable que figuren Paul Greengrass por Capitán Phillips y el “niño bonito” de la Academia David O. Russell por La gran estafa americana (American Hustle). De este modo, el último hueco se lo juegan, junto a Scorsese, Alexander Payne (Nebraska), Spike Jonze (Her) o los hermanos Joel y Ethan Coen (A propósito de Llewyn Davis).

Creo que Scorsese encontrará finalmente su nominación. Ya figura como aspirante al premio del gremio de directores (DGA) junto a los más que probables mañana McQueen, Cuarón, Greengrass y O. Russell. Sin embargo, no hay que olvidar un detalle: el año pasado sólo repitieron en los Oscar dos de los finalistas al DGA, quedando todos obnubilados ante las mencionadas ausencias de Affleck y Bigelow.

La carrera de actor

DiCaprio lo tiene, desde mi punto de vista, algo más complicado en la lucha por el premio al mejor actor principal. El quinteto de futuros aspirantes parece muy definido: Chiwetel Ejiofor, con un gran trabajo en la favorita del año, 12 años de esclavitud; Matthew McConaughey, que completaría su gran e hiperactivo año que ya le he reportado el Globo de Oro; Tom Hanks, que regresa tras trece años lejos de los galardones con su protagonista en Capitán Phillips; y el peso de dos nombres veteranos y de prestigio que en el pasado, sorprendentemente, sólo alcanzaron una nominación: Bruce Dern (Nebraska) y Robert Redford (Cuando todo está perdido).

El impulso del Globo de Oro como actor de comedia y el interés por satisfacer esa deuda tácita que sigue teniendo la Academia con DiCaprio apartándole habitualmente de las nominaciones (y, de momento, del Oscar) pueden aupar al actor al quinteto finalista sobre la bocina. Sería la cuarta candidatura de su carrera, tras las de ¿A quién ama Gilbert Grape?, El aviador y Diamante de sangre que, sinceramente, saben a muy poco observando su filmografía.

Si DiCaprio se cuela, el eslabón más débil parece Redford, que ha quedado fuera de los finalistas del gremio de actores (SAG) y que parece desinflarse progresivamente (a pesar de que se llevó el premio de la primera asociación norteamerica que anunció sus ganadores, el Círculo de Críticos de Nueva York). Mi opinión es que no, que DiCaprio no va a llegar a tiempo y va a repetir quedándose fuera. Muchos serían capaces entonces de enviar su protesta vía postal a Los Ángeles para manifestar su indignación ante la manía persecutoria que parece sufrir una estrella que gana adeptos a cada nuevo trabajo.

Globos y Goyas

Los Globos de Oro, que pese a lo que se diga siguen teniendo una influencia tremenda en los Oscar (el año pasado clavaron todos los ganadores, a excepción obviamente de Ben Affleck que no fue nominado) han dejado las cosas en el aire con sus designios y mantienen el duelo película-director entre 12 años de esclavitud y Gravity al haber repartido los premios de mejor cinta dramática y mejor director. Muchas categorías darán juego en las semanas finales antes del 2 de marzo, y las iremos analizando a su debido momento.

Por último, un apunte sobre las nominaciones de los Goya. No hubo grandes sorpresas en los finalistas. Sí se agradece que hayan quedado más repartidas a diferencia de la mayoría de años previos, donde los seleccionados en mejor película figuran como aspirantes a casi todos los apartados. Este año, son cinco las posibles triunfadoras: La gran familia española (11 nominaciones), Caníbal (8), 15 años y un día (7), Vivir es fácil con los ojos cerrados (7) y La herida (6).

Una intuición: nos encontramos ante un año sin claro favorito en el que puede beneficiarse una película pequeña, pero poderosa, como es ésta última. La herida es la cinta más arriesgada, valiente y redonda que vi en 2013, incluida en el puesto número seis del top ten del año, y puede repetirse la jugada de La vida secreta de las palabras (2005) o La soledad (2007). Aquellos fueron títulos menos comerciales, de mayor carácter artístico por así decirlo, que acabaron dando la campanada. La herida cumple ese perfil, y podría verse espoleada por sus casi asegurados premios a mejor interpretación femenina protagonista (para la grandiosa Marian Álvarez) y para el debutante Fernando Franco como director novel. Además la cinta acaba de triunfar en los Forqué con dos trofeos (película y actriz). Ya se oyen campanas.