El actor Chris
Hemsworth será la estrella invitada en la lectura de las nominaciones de los
Oscar 2013, para la que sólo restan unas horas. Este año las categorías a
concurso parecen bastante definidas. Los que siguen la carrera de premios
podrían recitar los previsibles nominados de carrerilla, aunque siempre suele
darse alguna sorpresa de última hora en uno o dos puestos de los apartados más
importantes (véase director y actores principales y secundarios, película queda
más en el aire ya que los candidatos oscilan entre seis y diez, dependiendo de
los porcentajes de votación).
Quizá, la
Academia de Hollywood no nos deje flipados al nivel del año pasado (cuando el
favorito al Oscar al mejor realizador, Ben Affleck por Argo, y una más que
presumible nominada Kathryn Bigelow quedaron fuera de su terna), pero los
aficionados al cine no dejarán de vivir con expectación el anuncio de los
finalistas, los que se batirán el cobre el domingo 2 de marzo, deseando que los
premios más importantes del séptimo arte demuestren que siguen estando por
encima de cualquier imitador o conglomerado de críticos repartidores de
galardones con ínfulas adivinatorias.
Los nombres que
más suenan para colarse entre los nominados a última hora son los de Martin
Scorsese y su actor fetiche de los últimos años, Leonardo DiCaprio. El lobo de
Wall Street, su quinta colaboración, ha entrado en la carrera a última hora
tras estrenarse tarde por culpa de problemas con el montaje final y reajustes
de metraje. El resultado son tres horas de película, la más larga en la
filmografía del director de Little Italy, habituado por otra parte a que sus
criaturas superen las dos horas de exhibición.
Pues bien,
Scorsese podría entrar en la categoría de mejor realizador del año (logrando su
octava nominación tras Toro salvaje, La última tentación de Cristo, Uno de los
nuestros, Gangs of New York, El aviador, Infiltrados y La invención de Hugo),
ya que ahora mismo sólo se pueden señalar con rotundidad dos nombres fijos, los autores de las dos películas que, probablemente, obtengan el
mayor número de distinciones: Steve McQueen (12 años de esclavitud) y Alfonso
Cuarón (Gravity). Junto a ellos, es probable que figuren Paul Greengrass por
Capitán Phillips y el “niño bonito” de la Academia David O. Russell por La gran
estafa americana (American Hustle). De este modo, el último hueco se lo juegan, junto a Scorsese, Alexander Payne (Nebraska), Spike Jonze (Her) o los
hermanos Joel y Ethan Coen (A propósito de Llewyn Davis).
Creo que Scorsese
encontrará finalmente su nominación. Ya figura como aspirante al premio del
gremio de directores (DGA) junto a los más que probables mañana McQueen,
Cuarón, Greengrass y O. Russell. Sin embargo, no hay que olvidar un detalle: el
año pasado sólo repitieron en los Oscar dos de los finalistas al DGA, quedando todos obnubilados ante las mencionadas ausencias de Affleck y Bigelow.
La carrera de
actor
DiCaprio lo
tiene, desde mi punto de vista, algo más complicado en la lucha por el premio
al mejor actor principal. El quinteto de futuros aspirantes parece muy
definido: Chiwetel Ejiofor, con un gran trabajo en la favorita del año, 12 años
de esclavitud; Matthew McConaughey, que completaría su gran e hiperactivo año
que ya le he reportado el Globo de Oro; Tom Hanks, que regresa tras trece años
lejos de los galardones con su protagonista en Capitán Phillips; y el peso de
dos nombres veteranos y de prestigio que en el pasado, sorprendentemente, sólo alcanzaron una
nominación: Bruce Dern (Nebraska) y Robert Redford (Cuando todo está perdido).
El impulso del
Globo de Oro como actor de comedia y el interés por satisfacer esa deuda tácita
que sigue teniendo la Academia con DiCaprio apartándole habitualmente de las
nominaciones (y, de momento, del Oscar) pueden aupar al actor al quinteto finalista sobre
la bocina. Sería la cuarta candidatura de su carrera, tras las de ¿A quién ama
Gilbert Grape?, El aviador y Diamante de sangre que, sinceramente, saben a muy
poco observando su filmografía.
Si DiCaprio se
cuela, el eslabón más débil parece Redford, que ha quedado fuera de los
finalistas del gremio de actores (SAG) y que parece desinflarse progresivamente
(a pesar de que se llevó el premio de la primera asociación norteamerica que
anunció sus ganadores, el Círculo de Críticos de Nueva York). Mi opinión es que
no, que DiCaprio no va a llegar a tiempo y va a repetir quedándose fuera.
Muchos serían capaces entonces de enviar su protesta vía postal a Los Ángeles para
manifestar su indignación ante la manía persecutoria que parece sufrir una estrella que gana adeptos a cada nuevo trabajo.
Globos y Goyas
Los Globos de
Oro, que pese a lo que se diga siguen teniendo una influencia tremenda en los
Oscar (el año pasado clavaron todos los ganadores, a excepción obviamente de
Ben Affleck que no fue nominado) han dejado las cosas en el
aire con sus designios y mantienen el duelo película-director entre 12 años de esclavitud y
Gravity al haber repartido los premios de mejor cinta dramática y mejor
director. Muchas categorías darán juego en las semanas finales antes del 2 de
marzo, y las iremos analizando a su debido momento.
Por último, un
apunte sobre las nominaciones de los Goya. No hubo grandes sorpresas en los
finalistas. Sí se agradece que hayan quedado más repartidas a diferencia de la
mayoría de años previos, donde los seleccionados en mejor película figuran como
aspirantes a casi todos los apartados. Este año, son cinco las posibles
triunfadoras: La gran familia española (11 nominaciones), Caníbal (8), 15 años
y un día (7), Vivir es fácil con los ojos cerrados (7) y La herida (6).
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