lunes, 21 de febrero de 2011

Oscar 2010. Los premios menores


La acumulación de estatuillas en los apartados considerados como "menores" puede decantar la película que, de las 10 nominadas en la máxima categoría, se haga finalmente con los premios gordos.

Los Oscar técnicos también pueden utilizarse para compensar a un filme que no vaya a conseguir ningún galardón de peso, o bien para reconocer lo evidente (los efectos especiales de Avatar, el vestuario de María Antonieta, la fotografía de Tigre y dragón). Además, con ellos se da pie a que los blockbusters de la temporada que jamás serán considerados obras maestras puedan arañar alguna mención que les haga crecer aún más en el box office (este año aparecen las aparatosas Salt e Imparable).

En este post hablamos, pues, de esas generalidades llamadas banda sonora, maquillaje, montaje, efectos de sonido y similares. Aparcamos de momento los guiones, un apartado de mayor peso en la estimación del ganador de la noche.

- El discurso del rey: la película británica es la más nominada de la presente edición con un total de 12 candidaturas. Los Oscar menores a los que aspira empiezan por el montaje y siguen con fotografía, dirección artística, sonido, banda sonora y vestuario.

La historia del rey inglés Jorge VI, y su lucha por afrontar su tartamudez y los acontecimientos históricos de la época, presenta enormes posibilidades en dirección artística y vestuario, que cuentan con un esforzado trabajo de recreación de la ambientación y vestimentas reales correspondientes a aquel periodo. También es un firme candidato al premio por su original score, obra de uno de los mejores compositores de la actualidad, el francés Alexandre Desplat, que todavía no ha ganado el Oscar y que este año ha sido autor de las partituras de El escritor, de Polanski, y Harry Potter y las reliquias de la muerte.

Por lo demás, sus menciones en montaje y sonido suenan a impostadas, y el hecho de que haya sido incluida ahí sirve como pista para pensar que la película puede estar llamada a conquistar las cotas más altas.

- Valor de ley: el nuevo filme de los prolíficos Coen, una nueva versión del libro de Charles Portis True grit, aspira a 10 premios, la mitad de los cuales se reparten entre los cinco finalistas a mejor fotografía, dirección artística, sonido, efectos de sonido y vestuario.

El trabajo de ambientación, servido por unos decorados y unos trajes que nos retrotraen al western, y, sobre todo, la gran factura visual pueden acarrear algún premio al filme. En el caso del director de fotografía Roger Deakins, colaborador habitual de los hermanos de Minnesota, sería el primero tras ocho nominaciones infructuosas.

- La red social: las 8 nominaciones de la obra de Fincher sonaron a poco cuando se dieron a conocer. La clara diferencia con El discurso del rey hace temer a sus responsables por una posible merma en sus aspiraciones finales (ya nos extenderemos sobre ello), aunque varios de los premios menores a los que opta (montaje, fotografía, banda sonora y sonido) están muy a su alcance.

La película es un alarde de montaje (mención especial merece la carrera de remo); la iluminación y los tonos empleados encajan perfectamente en el conjunto, y el score de Trent Reznor y Atticus Ross, alejado de las partituras convencionales producidas para la gran pantalla, ganó en su día el Globo de Oro.

Todos estos premios pueden sumar para la película sobre el creador de Facebook y ofrecer un resultado muy loable pese a su aparentemente escaso número de candidaturas.

- Origen: el nuevo trabajo de Christopher Nolan goza de muchas posibilidades de premio en los apartados menores (ya rascó algo hace dos años con El caballero oscuro). El sonido, los efectos de sonido y los efectos especiales de este filme de ciencia-ficción son los favoritos en su apartado, y también puede dar que hablar en fotografía (ya que ha logrado el premio del gremio hace unos días), dirección artística y banda sonora.

A muchos les ha sorprendido su ausencia en la categoría de montaje, teniendo en cuenta la complejidad de su propuesta expositiva, en la que juega con diferentes escenarios y niveles de realidad y sueño.

- The fighter: película pugilística basada en hechos reales y nominada a 6 Oscar, sólo compite en premios menores por el galardón a la mejor edición. Aunque éste es un elemento muy necesario y destacado en este subgénero cinematográfico, parece que sus aspiraciones se centran en galardones de mayor entidad.

- 127 horas: el británico Danny Boyle ha vuelto a demostrar su poderío en la puesta en escena y ha arañado nominaciones para su cinta correspondientes al montaje, banda sonora y canción. Es difícil que el éxito de Slumdog millionaire se repita, y pese a que estos aspectos técnicos gozan de un buen acabado formal, no parece suficiente mérito para ser destacado.

- Cisne negro: el filme de Aronofsky es claro candidato por su fotografía, y en montaje tampoco está mal servida. Pero sus escasas 5 nominaciones le restarán seguramente notoriedad en el palmarés final.

- Alicia en el País de las Maravillas: este delirio de Tim Burton puede aportar la nota de color a la noche, y su temática fantasiosa le otorga muchas posibilidades especialmente en dirección artística y vestuario. Sobre todo en esta última parece la favorita. También figura en el apartado de efectos especiales.

- Toy story 3: el cierre de la trilogía juguetera tiene muy cerca el galardón a la mejor canción, más por su nombre que por la calidad del tema musical, y también figura en montaje de sonido, dado el valor que supone crear sonidos artificiales en su totalidad.

Y, por supuesto, tiene a tiro el Oscar al mejor filme de animación. Aquí compite con Cómo entrenar a tu dragón y El ilusionista. Poco hay que argumentar en este caso. Pixar ya puede pensar en reservar un nuevo hueco en su acaudalada estantería, pues parece uno de los Oscar más cantados de la noche.

Un apartado que ha quedado colgando: el premio al mejor maquillaje. Tres película de su padre y de su madre (El hombre lobo, El mundo según Barney y Camino a la libertad) se lo disputan. La primera circula con dos cuerpos de ventaja, pues le ayuda el componente de transformación y los matices sobrenaturales de una propuesta mil veces vista, pero quizá nunca tal mal llevada a la pantalla.

Por último, el documental más famoso de los que figuran en su categoría es Exit through the gift shop, del artista graffitero Banksy, aunque los más premiados en las distinciones previas han sido Restrepo e Inside job.

2 comentarios:

  1. ¿Y el vestuario de Black Swan qué tal es? Porque han dado mucho bombo con él y al final no lo han nominado... pero han nominado Alicia, que es un tanto espantoso, ¿no? La primera no la he visto, pero prometía! ¿Qué pasó?

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  2. Pues sí, sorprende la no inclusión de Cisne negro en vestuario, más cuando acaba de ser designado el "mejor vestuario en película contemporánea" por su gremio. Debo informar, por cierto, que El discurso del rey ha ganado el de película de época y Alicia el de fantasía. Más respaldo pues para Burton, que se lo jugará a buen seguro con el filme británico.

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