martes, 27 de marzo de 2012
The Artist. Éxito calculado
Sé que hablar de "The Artist" a estas alturas resulta raro. Se estrenó a mediados de diciembre y ganó el Oscar hace casi un mes. Y efectivamente, esta reflexión debió llegar antes, por lo que pido perdón a nuestros lectores. Esto no es una crítica como tal de la película, sino una pequeña reflexión sobre cuán arriesgada y transgresora es "The Artist".
Desde que el año pasado se proyectara por primera vez en Cannes con un éxito rotundo, con críticos admirados como Carlos Boyero que se deshacían en elogios hacia el filme, la expectación ha sido máxima. ¿Una película muda y en blanco y negro en pleno siglo XXI? Lo del blanco y negro, es cierto, se usa de vez en cuando, pero no es habitual. Pero ya lo de rodar sin diálogos parece algo completamente superado. Una película francesa se atrevía a romper con lo "establecido" y desafiaba al público con algo a lo que no están en absoluto acostumbrados a ver en una pantalla de cine. En España este tipo de películas se emiten en canales especializados o de servicio público como La 2, que ya veremos si sobrevive a los famosos recortes. ¿Hace falta decir que ninguna cadena comercial se atrevería a emitir una película así en horario de máxima audiencia? Se habla mucho de Charles Chaplin o Buster Keaton, pero reconozcamos que salvo los cinéfilos de pro, la gente los conoce más de oídas que por haber disfrutado de sus películas.
Así que, como decía, un director llamado Michel Hazanavicius decide ir a contracorriente y hacer exactamente lo que el público no pide, o ni siquiera recuerda. Valiente, demente, irresponsable. Supongo que muchas de estas cosas le dirían algunos productores, que seguro se negaron a financiar algo que no estaba tan claro que pudiera llenar las salas. Esos productores se equivocaban. No porque la película de Hazanavicius fuera gran cosa, que no lo es, sino porque este señor no era un temarario o un loco. Sabía muy bien que su película sería un éxito, precisamente porque recuperaba algo que ya no se hacía.
No digo con esto que el realizador francés supiera que iba incluso a arrasar en los Oscar. Pero me atrevo a asegurar, que en su inteligente cabeza flotaba la idea de que la crítica la alabaría y el boca a oreja haría el resto. ¿Es "The Artist" una mala película? En absoluto. Está bien contada, tiene una buena puesta en escena, los actores están especialmente inspirados, donde destacan los dos protagonistas Jean Dujardin y Bénérice Bejo y es entretenida. Pero en absoluto es una obra maestra. Para empezar, es una historia mil veces vista sobre un hombre que lo tiene todo, que por circunstancias se queda sin nada, y que vuelve a tener éxito después de algunas penurias. Todo ello, con la siempre manida relación amorosa donde el chico y la chica acaban juntos. Filme buenrollista, de esos de los que la gente sale encantada, con un final dulce y almibarado. Pero no es la historia en sí la que triunfa. Si esto se hubiera contado de la manera actual, en color y con sonido, nadie hablaría de ella. Triunfa porque es muda y en blanco y negro.
Los Weinstein supieron verlo. Precisamente como es algo que ya no se hace, es justamente por lo que se hablará de ella. No se equivocaron. Sabían que esa historia repetida hasta la saciedad y en absoluto original encandilaría a las masas. Por otro lado, ¿es una película muda y en blanco y negro lo que el público demanda, se habrán aficionado a esta clase de películas? Para nada. La gente va por las nominaciones, por los posteriores premios, por lo que ha visto, leído u oído. Van al cine porque es en blanco y negro y muda, pero porque es moderna. Si esta historia estiviera rodada hace 80 años y se la pasaran por La 2, pulsarían otro botón de su mando a distancia y verían el reality o el talent show de turno. "The Artist" no ha hecho nada por el cine clásico, lo ha explotado y ha aprovechado el momento. Una impostura, donde importa más el "cómo" que el "qué" nos cuentan. Sé que ahora la mayoría de filmes son lo de siempre y destacan por sus efectos especiales y por su "envoltorio". Pero "The Artist" es una chocolatina a la que le quitas el papel y resulta que no hay nada, que no hay nada que llevarse a la boca, porque es por el envoltorio por lo que te la has comprado, no por el sabor de su chocolate. Esta "maravillosa" y "conmovedora" cinta no ha hecho nada que en más de un siglo el cine no haya hecho. Pero vende algo antiguo como algo nuevo y te forrarás.
Pasa en la actual sociedad, Triunfa lo que se hizo hace años por una cuestión de moda, de pose. Es cool tener unas All Star, molan mucho las míticas Ray Ban de piloto a lo "Top Gun". ¿Por qué? Porque unos listos llegaron y dijeron que esto tenía que volver porque "es lo que se lleva ahora". Y Hazanavicius que es muy listo, aprovechó esa nostalgia que flotaba en el aire para llenarse los bolsillos. La diferencia es que la gente no llegará a su casa y buscará como loca a Chaplin o a Keaton, sólo esperarán a que "The Artist" salga por la tele. Y las cadenas sólo querrán emitir una película así si se llama "The Artist". ¿Amor por el cine? Más bien amor por lo moderno con envoltorio de antiguo. Que no nos engañen.
Dani Medina
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