Director: Robert Clouse
Año: 1978
País: Hong Kong
Actores: Gig Young, Colleen Camp, Dean Jagger y un poco de Bruce Lee
Género: Necrofilia cinematográfica
Argumento: Bruce Lee, el cadáver más sobado y sodomizado de la historia del cine, protagoniza únicamente 11 minutos descontextualizados de este bodrio. El resto del metraje es un miserable cortaypega de planos de distintos filmes de Lee, mientras un actorucho de tres al cuarto fracasa estrepitosamente intentando hacerse pasar por él, en una trama tan apasionante como verle crecer el pelo a un cespino.
Por qué hay que verla después de morir: Que no os engañe nadie. Esta película es un completa mierda, a la vez que un descojone de padre y muy señor mío, por mucho que intenten venderla como la quinta y última cinta protagonizada por Bruce Lee. Se trata de la bruceploitation por antonomasia, un vil ultraje y una excusa lamentable para colarnos 11 minutos totalmente descontextualizados de otra película de Bruce Lee, que el mítico actor no pudo terminar debido a su repentina muerte. La cinta que nos ocupa merece nuestra atención por las mil y un descacharrantes maneras con las que intentan hacer creer al espectador que es el mismísimo Bruce Lee quien sale en pantalla, desde el uso de planos robados de otros filmes, pasando por cartulinas con la cara del actor, hasta llegar a la utilización de su AUTÉNTICO cadáver, en una acción criminal en toda regla.
Alicientes:
-Una cartulina con la cara de Lee, pegada con celo en un espejo, en lo que se trata de la solución más chapucera jamás empleada en la historia del cine para contar con un actor.
-Barbas y bigotes postizos, gafas de sol y lluvia constante, no sea que nos dé por fijarnos en la cara del impostor protagonista.
-Varios dobles de Bruce Lee, destacando entre ellos Tai Chung Kim, el que luego repetiría su papel de Lee en la no menos infame "Retroceder nunca, rendirse jamás".
-Unos "ingeniosos" títulos de crédito ambientados en un casino, por aquello del "juego" con la muerte. Qué agudo.
-No sólo Lee es víctima del "caradurismo" de los señores chinos. También se aprovechan de Chuck Norris, quien figura en los títulos de crédito, cuando sólo aparece dos minutos en todo el filme. Y esos dos minutos, sí, como habéis adivinado, forman parte de una escena mangada de otra película, "El furor del dragón".
-El AUTÉNTICO cadáver de Bruce Lee. No sólo nos cuelan sin ningún sentido 11 minutos de una cinta suya inacabada, sino que además se atreven a meter escenas del verdadero funeral del intérprete, en las que la cámara se mete de lleno en el ataúd para mostrarnos su cuerpo incorrupto.
-Un villano de traca que no es más que un viejo calvo (Dean Jagger, que aparece también en "Alligator") absolutamente carente de carisma y que da vergüenza ajena.
-Un piso cualquiera del centro de Hong Kong que es la puerta a otra dimensión, ya que su interior es el de una pagoda de varias plantas.
-En la escena cumbre del filme, al protagonista le meten un tiro en la cara (de una manera imposible, pero no entremos en detalles), para que luego se haga la cirugía estética. La mejor manera de justificar el empleo de un actor que se parece tanto a Bruce Lee como los lectores que perdéis vuestro tiempo leyendo esto.
Nivel de descojonación (de 1 a 5): * * * *
Tuve la desgracia de verla...
ResponderEliminarEn Tom yum goong (2005) Tony Jaa también entra en una trastienda en la que pasando unha cutre cortina se accede a un edificio de varios pisos lleno de sicarios :D ¡Genial!
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