lunes, 17 de octubre de 2011

1.001 películas que hay que ver después de morir (XLI): Mil gritos tiene la noche

Película: Mil gritos tiene la noche
Director: Juan Piquer Simón
Año: 1984
País: España /Estados Unidos/Puerto Rico
Actores: Christopher George, Lynda Day George, Frank Braña, Edmund Purdom y Jack Taylor
Género: Slasher demencial

Argumento: Un niño  mata de la manera más salvaje imaginable a su madre, sólo porque no le deja completar un puzzle erótico. Años después, ese niño, ya convertido en adulto, sembrará el caos en un campus universitario, donde descuartizará a diversas mujeres y usará sus miembros amputados para reconstruir el cuerpo de su progenitora, en una "ingeniosa" analogía con el puzzle que originó toda esta chifladura.


Por qué hay que verla después de morir: A partir de una premisa de lo más delirante, nace uno de los slashers más desmadrados de la filmografía española; una exploitation de filmes como Viernes 13 o Halloween, tan alocada y demencial que de pura tontería se introduce de lleno en el surrealismo, con un desarrollo que por momentos parece improvisado y que incluye litros y litros de sangre y una muertes que sorprenden por lo brutales y explícitas que resultan ser.

Alicientes:
-Un niño de apenas 12 años, que tiene la sangre fría y la fuerza necesarias para matar a su madre a hachazos y posteriormente descuartizar el cadáver.
-Suspense cero patatero.
-Una motosierra como arma mortal, lo que siempre mola.
-Salsa de tomate suficiente para llenar las paelleras de Villarriba y de Villabajo.
-Asesinatos brutales, grotescos y de lo más explícito.
-Un conserje barbudo que guiña constantemente un ojo en actitud desafiante, que parece estreñido y que además es el doble de Bud Spencer. Incluso protagoniza una pelea en la que sólo falta un tema de Oliver Onions de fondo.
-Dirige Juan Piquer Simón ("Super Sonic Man", "Los nuevos extraterrestres"), en el que es el título estrella de su filmografía.
-Jack Taylor interpretando a un homosexual.
-Por ahí se dice, se comenta, se rumorea; que el guión original, de no más de 30 páginas, estaba escrito por un casposo redomado como Joe D'amato (Ator, Ator 2, Porno Holocaust). Luego Piquer lo reescribiría. A saber.
-Un asesino que se pasea por la universidad como Pedro por su casa y al que nunca nadie ve, a pesar de que se intuye que en muchas de las secuencias va disfrazado por los pasillos. A decir verdad, se ve cada esperpento por las universidades; sobre todo las de audiovisuales, que quizá no es extraño que pase desapercibido.
-En su recorrido por los cines, esta película hizo una recaudación de unos 25 millones de dólares en Estados Unidos, donde es considerada todo un mito cinematográfico
-Más maniquíes que en el Corte Inglés.
-Frank Braña y sus frondosas cejas.
-Pesquisas policiales absurdas y delirantes, que no llevan a ningún a sitio.
-Tetas, culos, coños y penes. Si existiera alguna parte "impúdica" más, también saldría.
-Una banda sonora cutre como ella sola y de carácter esquizofrénico, con sus repentinos cambios de ritmo.
-Secuencias de relleno muy delirantes.
-Una campeona de tenis que también es policía. Por cierto, debe ser campeona en su casa, porque juega como una principante.

Algunos momentos para el recuerdo:
-Un chino surge de la nada y ataca a la chica protagonista con movimientos de karate, para después irse tranquilamente por donde ha venido.Todo apunta a que el equio de rodaje encontró a un chino en una esquina y decidieron meterle en el filme para, quien sabe, dar un aspecto más internacional a semejante infraproducción.
-La muerte de la chica del monopatín.
-Un susto gratuito a mitad de metraje por parte de un tipo disfrazado con una careta. Nadie sabe a cuento de qué viene esto, pero ahí está. David Lynch estaría orgulloso.
-Dos camilleros se llevan los miembros mutilados de una de las víctimas. Mejor que hubieran usado una carretilla.
-El asesinato inicial, una rebosante carnicería donde la sangre ha salpicado por todas las paredes, y que convierte en un espectáculo infantil la escalofriante muerte de Mary Jane Kelly a manos de Jack el destripador. A pesar de lo grotesco de la escena, los policías que llegan al lugar del crimen no parecem inmutarse lo más mínimo, al igual que una vecina que pasaba por allí y que permanece imperturbable aun habiendo visto una cabeza decapitada.
-El plano final, una chaladura tan impactante que conviene no desvelarla.

Frases para el recuerdo:
-"Empiezas bien, como tu padre; tetas, eso era lo único que le preocupaba" dice una madre despechada.
-"¡¡¡Bestiaaaaa!!! ¡¡Bestiaaaa!! ¡Bestiaaaaaaaaaaaaa!"

Nivel de descojonación (de 1 a 5): * * * *


1 comentario:

  1. A mí no me parece una película tan mala. Ésta y Supersonic Man (dentro de la caspa esperable en ellas) no son completas abominaciones. Pero sí, te descojonas con ellas. Jeje

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