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sábado, 12 de mayo de 2012

La Europa League es del Atleti. ¿Y ahora qué?


Esta semana ha resultado gloriosa para la familia del Atlético de Madrid. El club del Manzanares ha vuelto a hacer honor a su historia, han regresado los 'días de vino y rosas' y los atléticos han podido exorcizar ciertos demonios y redimir los pecados de una temporada más bien gris. Los hombres del 'Cholo' Simeone impusieron el miércoles su ley en la final de la Europa League, ganaron a la antigua usanza: seriedad defensiva, presión, ayudas y contragolpe mortífero.

La afición del Calderón está en todo su derecho de celebrar un título al que parece haberle cogido gusto la institución con dos entorchados en los últimos tres años. Lo triste, lo que empaña la borrachera de felicidad, es el futuro que se plantea para los 'colchoneros'. Si la afición no quiere volver a vivir una travesía por el desierto tiene que abrir los ojos, no dormirse en los laureles de la victoria y alzar la voz ahora más que nunca.

Mientras preparaba esta pequeña columna, he podido ver una entrevista en el diario As a Juan Luis Cano del dúo humorístico de Goma Espuma. En apenas dos minutos, Cano deja al aire descubiertas las miserias y problemas del Atlético actual. Me parece un documento de visión obligada. Si las claves del discurso de Juan Luis las tuviese claras la mayoría de la parroquia rojiblanca, tal vez el futuro sería un poco menos gris y más esperanzador. Dejo el enlace: http://www.as.com/futbol/video/rodeos-juan-luis-cano/20120511dasdasftb_25/Ves

Resulta triste y, si me apuran, indignante, que en la semana en que el equipo gana su quinto título europeo el consejero delegado Miguel Ángel Gil Marín se haya paseado por los medios vociferando que las grandes estrellas del equipo están en venta. Especialmente esperpéntico fue que lo hiciese incluso unos días antes de la final, como si no hubiese mejor momento y como si no pudiese desequilibrar al equipo, afortunadamente esto último no ocurrió. Parece que Miguel Ángel ya no engaña a nadie y así lo atestiguó la sonora pitada que recibió a su llegada a Barajas después del éxito en Bucarest. Resulta preocupante que Enrique Cerezo, el presidente, siga engañando a la gente, o al menos eso parece, porque no se oyeron tantas voces en su contra. La afición no debería olvidar nunca que el señor Cerezo también fue imputado por la Audiencia Nacional como cooperador necesario de Miguel Ángel y su difunto padre, Jesús Gil. Nunca está de más recordar lo que ya se ha señalado en otra ocasiones en este espacio, estos señores se apropiaron indebidamente del Club Atletico de Madrid S.A.D, fueron juzgados, condenados, pero el delito ha prescrito.

Pero el asunto principal no es ese ahora mismo. Lo que debe preocupar a los Atléticos no es que estos señores hayan dilapidado la historia gloriosa rojiblanca, que hayan saqueado el club, que lo hayan empequeñecido y que lo hayan caricaturizado. Todo eso ya es pasado. Lo importante es el futuro y evitar que la sangría continúe. El Atlético no es Gil, ni Cerezo, ni Falcao, ni Diego, el Atleti es mucho más que eso. Es el alma de su afición, es el espíritu de superación, es un escudo que pesa mucho y todo eso es lo que explica la victoria del pasado miércoles en Bucarest. De otro modo, sería difícil de entender cómo se pueden ganar dos finales en tres años con once jugadores diferente en cada encuentro. Ese enigma no lo descifra ni Iker Jiménez.
Busquen las "11 diferencias" con la imagen de arriba

Ese dato debería ser el que encendiese la luz de alarma entre el aficionado rojiblanco. No hay seriedad, no hay un proyecto deportivo, sólo intereses lucrativos, el titulo lo ha ganado el alma 'colchonera'. El problema es que Miguel Ángel Gil lo ha vuelto a dejar claro, quiere volver a jugar a la ruleta rusa, quiere empezar otra vez de cero. No le salen las cuentas, quiere vender todo, parece un cierre por liquidación. Quizás alguien debería explicarle que la deuda monstruosa con Hacienda es merced a su nefasta gestión y que ya puestos a recortar, podía bajarse su escalofriante sueldo de 1,5 millones de euros al año.

Gil Marín esgrime la deuda con Hacienda, las pérdidas y un modelo insostenible como motivos de una desbandada general el próximo verano. El consejero delegado habla de la entrada en Champions, ahora mismo perdida salvo milagro, cómo única salvación posible. Miguel Ángel es listo, sabe que eso es casi una quimera y ya está preparando el terreno ante la indignación del personal. Así tendrá más fácil vender, ingresar unas jugosas comisiones y seguir jugando a las agencias de compra-venta con su amigo Jorge Mendes. Ese es el mal que asola ahora a la institución, el que le puede llevar a la quiebra, un mal que los medios de comunicación no denuncian y si lo hacen es con la boca pequeña.

Si han llegado hasta aquí, seguramente esta tribuna les habrá parecido demasiado agorera. No teman, el club aparte de su alma, su afición y esa mística capaz de lo mejor y de lo peor, tiene motivos de esperanza. Quizás uno de los más grandes es su entrenador, al que injustamente me he referido poco durante esta columna. Simeone encarna todos los valores, todas las sensaciones y emociones del viejo Atleti, garra, orgullo, respeto por el rival y mucha pasión. Un espejo al que mirarse por parte de los jugadores y trabajadores de la institución. 

Atléticos, sigan disfrutando de este título que nada ni nadie les puede quitar. Esperemos que dentro poco tiempo, cuanto menos mejor, puedan ir a Neptuno a celebrar el título más importante, la marcha de esos que han saqueado su casa. Eso será mejor que una Champions, será como llegar a las puertas del cielo. Ese día la gloria del Atlético de Madrid volverá y sera el principio de muchas otras alegrías.

Pablo González Vázquez



miércoles, 25 de mayo de 2011

Los jugadores juegan donde quieren. Y si les bajas la cláusula, seguro

Ríos de tinta está generando el anuncio de Sergio "Kun" Agüero de su intención de abandonar el Atlético de Madrid este verano. La mayoría de la afición anda indignada, pues ven cómo su gran estrella, su "jugador franquicia" decide hacer las maletas en busca de títulos y estabilidad. No obstante, es imposible que esto haya cogido por sorpresa al seguidor de fútbol, y más si sus colores son los rojiblancos. Desde principios de año, varios medios de comunicación ya sostenían que el Kun saldría en junio del Atleti, y no se han equivocado. Una tragedia para un club necesitado de jugadores que marquen la diferencia, y que en apenas una semana se ha despedido de su entrenador, Quique Sánchez Flores; de Agüero; y muy probablemente tenga que decir adiós a su portero De Gea y a su otra figura inernacional, Diego Forlán.



Ante las insistentes preguntas de los periodistas sobre la salida del argentino, a lo largo del año el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, repetía una y otra vez "los jugadores juegan donde quieren". Muy cierto, es difícil que un futbolista que desea y pide expresamente marcharse no lo consiga, pues si se queda la situación puede tensarse hasta extremos insospechados, y la mayoría de los clubes acaba cediendo para no quedarse con una patata caliente durante la temporada. Pero Cerezo, muy hábil a la hora de echar balones fuera, manipula la verdad. Y es que cuando se renovó a Agüero el año pasado, se le rebajó la cláusula de rescisión de 60 a 45 millones de euros. ¿Por qué si tienes a un jugador que está a gusto, que es tu emblema, que se ha convertido en estrella le rebajas la cláusula, poniéndoselo fácil al resto de equipos? Pues sencillo, porque tenían intención de verderlo.

El Kun ha sido muy querido por la afición, ha sido el mejor pagado de la plantilla con una ficha que rondaba los 6 millones de euros y auque esta temporada no ha levantado ningún título, sí lo hizo la pasada con la Europa League y la Supercopa de Europa. ¿Por qué, entonces, quiere marcharse el Kun? Pues porque después de cinco temporadas ve que su progresión en el equipo colchonero no da para más. Ve cómo el club en que juega se conforma, siendo el tercer equipo de España en títulos y aficionados, con quedar en una séptima posición indigna de un club de la historia del Atleti. Y sobre todo, se va, porque sus dirigentes quieren que se largue.



Es así de simple. Cerezo, presidente; y Gil Marín, consejero delegado; quieren la pasta por su traspaso y adiós muy buenas. Si no, como decía antes, no le rebajas la cláusula a tu estrella. ¿Alguien ve normal que si el Madrid renovara a Cristiano, le rebajara la cláusula de rescisión a 45 millones; o el Barça hiciera lo propio con Messi? No, porque Madrid y Barça quieren conservar a sus estrellas en busca del máximo rendimiento deportivo de sus entidades. El Atleti, por raro que pueda parecer, no. Cerezo y Gil, que se hicieron con el club de manera ilegal según el Tribunal Supremo, tienen al club como su coto privado con el que mercadear a placer y sacar toda la tajada posible con los fichajes. Por eso, en vez de hacer un equipo ganador y quedarse con aquellos jugadores que marcan diferencias y que pueden hacer ganar títulos, deciden venderlos al mejor postor y traer futblistas de medio pelo que saldrán por la puerta de atrás sin que nadie les eche de menos.

Lo fácil, es demonizar al Kun, montar la película de que es un mercenario, de que no se puede hacer nada por retenerlo. Sí que se puede: haciendo un proyecto serio, fichando bien y con perspectivas ambiciosas. Pero lo fácil es venderlo, y hacer el paripé de que "nos han pagado la cláusula y no se puede hacer nada". Lo mismo pasa con De Gea, portero criado en la cantera (aun con más valor que el Kun, pues encima es de la casa), al que van a vender al Manchester por 25 míseros millones de euros. A un chico que no tiene 20 años y que está llamado a ser el próximo portero titular de la Selección en cuanto Casillas cuelgue las botas. Pues para amansar a la afición, Gil Marín y Cerezo empiezan a intoxicar el ambiente con sus periodistas a sueldo, como Manolete, para poco menos que inocular en la afición la idea de que De Gea es una mierda de portero y que 25 millones es una pasta irrechazable. Lo peor es que más de uno, en vez de pedir la cabeza de Gil Marín y Cerezo, va y se lo cree.

Con esta perspectiva, ya me dirán qué futuro tiene el club rojiblanco para la próxima temporada. Es cierto que va a recibir una buena pasta por dos de sus estrellas, pero ya veremos cómo invierten ese dinero sus dirigentes. La afición en cualquier caso, no debería quedarse callada ante lo que es la enésima tomadura de pelo de sus dueños (¿alguien ha dicho Torres?).



Porque esa afición, no debería permitir que año tras año se juegue con sus ilusiones, que tengan que conformarse con un séptimo puesto y a seguir con la cantinela de "el pupas". Ya basta de permitir que dos señores se rían en su cara, y poco menos que haya que darles las gracias. El problema no es que el Kun quiera marcharse (con todo su derecho), sino que los que mandan no hagan nada por evitarlo, e incluslo le abaran las puertas y le pongan un lacito. Hay dos tumores que deben ser extirpados del Atlético de Madrid, son Gil Marín y Cerezo. Y cuanto antes mejor.

Dani Medina