miércoles, 16 de mayo de 2012

"Profesor Lazhar": Creciendo deprisa



La película más destacable de los estrenos del próximo viernes 18 es, en contra de lo habitual, una pequeña producción canadiense sobre el mundo de la infancia y la enseñanza: Profesor Lazhar.

La historia de este filme arranca en Montreal. Un hombre de origen argelino (interpretado por Mohamed Fellag) se presenta un día en un colegio como respuesta a una trágica noticia publicada en los periódicos: una maestra de primaria se ha ahorcado en su propia clase. El hombre, apellidado Lazhar, presenta sus credenciales como profesor y se ofrece a hacerse cargo de los alumnos de la fallecida.

La directora de la escuela le admite y decide reanudar la rutina de clases con prontitud sin introducir cambios en el aula afectada más allá de una nueva mano de pintura. Los chicos, de entre 9 y 10 años, deberán recuperar el ritmo de las lecciones y acostumbrarse a la misma velocidad al nuevo maestro, pero a la mayoría les resultará muy difícil quitarse de la cabeza la muerte de su líder académica.

La trama tiene un buen punto de partida, y el interés por la misma no decae a lo largo de su hora y media. Nos encontramos ante una mirada a la juventud y el aprendizaje en esos años en que la personalidad individual comienza a forjarse y que es propensa a sufrir marcas indelebles.

Quizá resuelta con menos profundidad de la esperada, esta cinta supone una buena puesta en liza de cuestiones que preocupan a todos los padres en el proceso de madurez de sus hijos, y que nos atañen a todos como seres humanos.

Profesor Lazhar juega con el punto de vista narrativo. Casi todo el tiempo somos guiados por la mirada del profesor, al que acompañamos en sus clases y contacto diario con los chavales, así como en sus disputas con el claustro de profesores, la directora y los padres de los niños a cuenta de los diferentes criterios educativos que unos y otros ven más oportunos.

Pero también se nos presenta el drama personalizado en un niño y una niña, los únicos que vieron colgada a su profesora en el aula unos minutos antes de que se iniciara la clase. La tragedia les alcanza de manera distinta. En el caso de él, este hecho ha hecho brotar un agudo sentimiento de culpa. Ambos deberán aprender a liberar sus fantasmas en un entorno que se lo pone difícil por ser niños, y en el que encontrarán un aliado: Lazhar.

El trasfondo del personaje del profesor, perfilado con los matices justos, se acopla muy bien a la situación de su grupo de alumnos pues, con el transcurrir del metraje, conocemos que también ha sufrido la tragedia en primera persona por un hecho acaecido en su país de origen.

A este respecto, la película viene a ofrecer un halo de esperanza ante la adversidad y los traumas individuales. Del mismo modo que ocurre con los niños en la escuela, comprendemos que el hombre está obligado a no parar de aprender y reinventarse. Lo que cada cual vive a lo largo de los años no tiene por qué suponer una garantía para saber afrontar los problemas o sobrellevar los momentos más complicados a los que la vida nos enfrenta.

La cuestión de fondo de Profesor Lazhar es la asunción de la muerte y cómo desde la niñez debemos, en primer lugar, conocerla para después aceptarla y vivir con ella. Nadie está exento de verse afectado por su sombra, pero parece que el tema sigue siendo tabú hoy en día. Nos resulta difícil hablar de la muerte abiertamente cuando, en el fondo, todos conocemos su carácter inevitable. Y quizá si contribuyéramos a normalizarla nos resultaría más sencillo acarrear la pérdida.

La película realiza además una crítica a lo políticamente correcto. Se incide sobre lo exagerado de las normas dictadas en la relación de alumnos y profesores, hasta el punto de que queda terminantemente prohibido cualquier contacto físico entre unos y otros, aun tratándose de muestras de afecto, consuelo o reprimenda. A este respecto, resulta cómico y esclarecedor el punto de vista aportado por el profesor de gimnasia.

El mensaje del largometraje es pues drástico acerca de la despersonalización de las relaciones humanas, una denuncia aún más señalada y descorazonadora por incluir a niños de por medio.

Profesor Lazhar ha sido distribuida por A contracorriente films, cuyos responsables la descubrieron en el pasado Festival de Cine de Locarno. Se trata del cuarto trabajo del realizador canadiense Philippe Falardeau, y es sin duda el que mayor éxito y reconocimiento le ha reportado.

Por su perfil, esta historia encajaba muy bien para haberse alzado con el Oscar a la mejor película extranjera en la pasada ceremonia de estos premios, donde figuraba entre las candidatas en la categoria. Pero el gran respaldo crítico y popular hacia la iraní Nader y Simin: Una separación le impidieron salir victoriosa.

Nos encontramos, en definitiva, ante un cine bienintencionado, necesario y diferente dentro de las propuestas semanales más predecibles. Un filme que plantea una reflexión haciendo uso de una puesta en escena sobria y sutil.

sábado, 12 de mayo de 2012

La Europa League es del Atleti. ¿Y ahora qué?


Esta semana ha resultado gloriosa para la familia del Atlético de Madrid. El club del Manzanares ha vuelto a hacer honor a su historia, han regresado los 'días de vino y rosas' y los atléticos han podido exorcizar ciertos demonios y redimir los pecados de una temporada más bien gris. Los hombres del 'Cholo' Simeone impusieron el miércoles su ley en la final de la Europa League, ganaron a la antigua usanza: seriedad defensiva, presión, ayudas y contragolpe mortífero.

La afición del Calderón está en todo su derecho de celebrar un título al que parece haberle cogido gusto la institución con dos entorchados en los últimos tres años. Lo triste, lo que empaña la borrachera de felicidad, es el futuro que se plantea para los 'colchoneros'. Si la afición no quiere volver a vivir una travesía por el desierto tiene que abrir los ojos, no dormirse en los laureles de la victoria y alzar la voz ahora más que nunca.

Mientras preparaba esta pequeña columna, he podido ver una entrevista en el diario As a Juan Luis Cano del dúo humorístico de Goma Espuma. En apenas dos minutos, Cano deja al aire descubiertas las miserias y problemas del Atlético actual. Me parece un documento de visión obligada. Si las claves del discurso de Juan Luis las tuviese claras la mayoría de la parroquia rojiblanca, tal vez el futuro sería un poco menos gris y más esperanzador. Dejo el enlace: http://www.as.com/futbol/video/rodeos-juan-luis-cano/20120511dasdasftb_25/Ves

Resulta triste y, si me apuran, indignante, que en la semana en que el equipo gana su quinto título europeo el consejero delegado Miguel Ángel Gil Marín se haya paseado por los medios vociferando que las grandes estrellas del equipo están en venta. Especialmente esperpéntico fue que lo hiciese incluso unos días antes de la final, como si no hubiese mejor momento y como si no pudiese desequilibrar al equipo, afortunadamente esto último no ocurrió. Parece que Miguel Ángel ya no engaña a nadie y así lo atestiguó la sonora pitada que recibió a su llegada a Barajas después del éxito en Bucarest. Resulta preocupante que Enrique Cerezo, el presidente, siga engañando a la gente, o al menos eso parece, porque no se oyeron tantas voces en su contra. La afición no debería olvidar nunca que el señor Cerezo también fue imputado por la Audiencia Nacional como cooperador necesario de Miguel Ángel y su difunto padre, Jesús Gil. Nunca está de más recordar lo que ya se ha señalado en otra ocasiones en este espacio, estos señores se apropiaron indebidamente del Club Atletico de Madrid S.A.D, fueron juzgados, condenados, pero el delito ha prescrito.

Pero el asunto principal no es ese ahora mismo. Lo que debe preocupar a los Atléticos no es que estos señores hayan dilapidado la historia gloriosa rojiblanca, que hayan saqueado el club, que lo hayan empequeñecido y que lo hayan caricaturizado. Todo eso ya es pasado. Lo importante es el futuro y evitar que la sangría continúe. El Atlético no es Gil, ni Cerezo, ni Falcao, ni Diego, el Atleti es mucho más que eso. Es el alma de su afición, es el espíritu de superación, es un escudo que pesa mucho y todo eso es lo que explica la victoria del pasado miércoles en Bucarest. De otro modo, sería difícil de entender cómo se pueden ganar dos finales en tres años con once jugadores diferente en cada encuentro. Ese enigma no lo descifra ni Iker Jiménez.
Busquen las "11 diferencias" con la imagen de arriba

Ese dato debería ser el que encendiese la luz de alarma entre el aficionado rojiblanco. No hay seriedad, no hay un proyecto deportivo, sólo intereses lucrativos, el titulo lo ha ganado el alma 'colchonera'. El problema es que Miguel Ángel Gil lo ha vuelto a dejar claro, quiere volver a jugar a la ruleta rusa, quiere empezar otra vez de cero. No le salen las cuentas, quiere vender todo, parece un cierre por liquidación. Quizás alguien debería explicarle que la deuda monstruosa con Hacienda es merced a su nefasta gestión y que ya puestos a recortar, podía bajarse su escalofriante sueldo de 1,5 millones de euros al año.

Gil Marín esgrime la deuda con Hacienda, las pérdidas y un modelo insostenible como motivos de una desbandada general el próximo verano. El consejero delegado habla de la entrada en Champions, ahora mismo perdida salvo milagro, cómo única salvación posible. Miguel Ángel es listo, sabe que eso es casi una quimera y ya está preparando el terreno ante la indignación del personal. Así tendrá más fácil vender, ingresar unas jugosas comisiones y seguir jugando a las agencias de compra-venta con su amigo Jorge Mendes. Ese es el mal que asola ahora a la institución, el que le puede llevar a la quiebra, un mal que los medios de comunicación no denuncian y si lo hacen es con la boca pequeña.

Si han llegado hasta aquí, seguramente esta tribuna les habrá parecido demasiado agorera. No teman, el club aparte de su alma, su afición y esa mística capaz de lo mejor y de lo peor, tiene motivos de esperanza. Quizás uno de los más grandes es su entrenador, al que injustamente me he referido poco durante esta columna. Simeone encarna todos los valores, todas las sensaciones y emociones del viejo Atleti, garra, orgullo, respeto por el rival y mucha pasión. Un espejo al que mirarse por parte de los jugadores y trabajadores de la institución. 

Atléticos, sigan disfrutando de este título que nada ni nadie les puede quitar. Esperemos que dentro poco tiempo, cuanto menos mejor, puedan ir a Neptuno a celebrar el título más importante, la marcha de esos que han saqueado su casa. Eso será mejor que una Champions, será como llegar a las puertas del cielo. Ese día la gloria del Atlético de Madrid volverá y sera el principio de muchas otras alegrías.

Pablo González Vázquez



viernes, 11 de mayo de 2012

La 32ª Liga del Madrid



El miércoles pasado el Real Madrid se proclamaba matemáticamente cmapeón de su 32ª Liga, a falta de dos jornadas para la conclusión del campeonato. Rozando los 100 puntos y con 117 goles a favor es un equipo que ha batido todos los récords y que ha superado a uno de los mejores equipos de todos los tiempos, el Barça de Pep Guardiola.

La pregunta es, ¿será recordado? El club blanco vive bajo la sombra de su entrenador, José Mouronho, quien acapara todas las portadas día tras día, haga  no haga, diga o no diga. Los que leen habitualmente este blog sabrán que aquí no somos especialmente seguidores del técnico portugués. No nos gustan ni sus formas, ni su estilo de juego.

Para bien o para mal, este equipo tiene el sello inconfundible de su entrenador. A lo que me refiero es que, pese a haber ganado con absoluta solvencia esta Liga, y habiendo vencido al Barça en el Camp Nou, la forma de jugar del Madrid no está a la altura de ese club. Muchos dirán (la mayoría de los madridistas), que lo importante son los títulos. Pues bien, si en el Madrid llenar la vitrina es tan necesario como que baje el número de parados en nuestro país, el cómo se consigue ese título también importa.

Mourinho juega como siempre, es fiel a su estilo. Equipos rápidos, fuertes físicamente, perfectos para el contragolpe y letales en tres toques. Con figuras de la talla de un inmenso Cristiano Ronaldo, Higuaín o Benzema, sin duda esto está cubierto. ¿Pero hay realmente un partido en estas 37 jornadas que podamos decir que ha sido memorable? Quizá el más divertido fue el del Valencia en el Bernabéu, donde se empató a cero. Pero no hay ninguno en el que el equipo merengue deslumbrara con su forma de jugar.


El partido del Camp Nou se ganó esperando atrás y, aunque fue superior a los culés, no podemos decir que "dominó" el partido. Es por eso para la próxima temporada, Mourinho debiera apostar por una mayor posesión de balón y por más centrocampismo. Xabi Alonso no basta por sí mismo. ¿Por qué no se ha confiado en gente como Granero o Sahin (elegido mejor jugador de la Bundesliga la pasada temporada) para llevar al equipo? ¿Por qué Mourinho apuesta más por gente con talento muy escaso como Khedira? ¿Y qué decir de Coentrao? El portugués, uno de los "Mendes Boys", ha jugado de lateral izquierdo, derecho, como mediocentro, de interior por la derecha... Y no ha hecho nada bien. Lo que recuerda la gente son sus pifias en las semifinales de la Champions contra el Bayern en la ida, y aquella foto en la que se le veía con un pitillo en las manos.

Y si el cómo se gana ha dejado mucho que desear en mi humilde opinión, qué decir de las formas. Que cuando se gana un título en San Mamés (primer equipo que no es el Athletic que lo hace) se celebre con un corte de mangas a un rival es lamentable. Me es indiferente que Javi Martínez llamara "hijo de puta" a Cristiano primero, pues él mismo se retrató diciendo eso. Pero el escudo del Madrid son mucho más que victorias, y hay que dignificar y honrar la camiseta que se lleva, que en este caso pesa mucho.Con este tipo de comportamientos barriobajeros, lo único que consigue Cristiano es que los aficionados rivales le odien e insulten aún más, en vez de aplaudir al superlativo juagdor de fútbo que es.


Puede que lo mejor de la temporada haya sido que Mourinho ha estado más tranquilo de lo normal. Empezó desbarrando con aquel dedo en el ojo del que será el nuevo entrenador del Barcelona en sustitución de Guardiola, Tito Vilanova, pero por lo general ha habido menos incendios. Quizás se deba a esa patética decisión de que hablara Karanka, su segundo, en vez de salir él ante los periodistas. Se dice, se rumores, que Mou tomó esta decisión después de que algunos miembros de la plantilla, como Casillas, Ramos o Alonso (los españoles) decidieran no seguirle en las consignas de criticar al árbitro y desviar la atención cuando el resultado no les favorecía. Sus jugadores le han dado una lección a su entrenador. El Madrid no se queja de los árbitros, igual que cuando gana no se acuerda de ellos. Esa estrategia es de equipos pequeños incapaces de reconocer sus errores. Como digo, algunos deben aprender aún la filosofía dle club en el que están, marcada por el respeto hacia el adversario, la humildad y la educación.


Los valores, esos que alguien como Casillas ha ineriorizado y que dignifica ese escudo allá donde va. Porque al capitán sí le importa el Marid. Para Mou sólo es una estación de paso hacia donde sea que dirija sus objetivos. Para el portugués es su séptima liga, poco importa dónde o cómo la haya ganado. Pero el Madrid es otra cosa, y merece mucho más de lo que Mourinho le ha dado. Esperemos que cambie.

Dani Medina